Al año 2020 le queda poca vida, ha sido un remezón para todos debido al escenario sanitario y de salubridad que se enfrenta a escala global. Sin duda el área cultural es uno de los sectores que más ha recibido el impacto. La mayoría de actores sociales han visto en la tecnología un vínculo para poder mantenerse presentes en la retina de cada uno de sus seguidores. Desde el mes de abril a todos les llegan varias invitaciones a “videoconciertos”, “videopresentaciones”, monólogos y diversas actividades que hoy se disfruta desde la comodidad de un hogar.
Es necesario plantear cómo se enfrentará y se proyectará cada gestor cultural de cara a la nueva realidad en la que está envuelto el mundo moderno. El criar y fomentar a un ser humano consciente de su entorno pandémico es un giro brusco. Sin embargo, no queda más, el virus vino a quedarse por un largo tiempo. Lo bueno sobre el área cultural ecuatoriana es su gran resiliencia a soportar embates, a pesar de estar en un país el cual aún queda mucho por explorar por su bagaje cultural, destacando sus raíces y costumbres que se expandirán, si se lo permite.
El 2021 se muestra como un año de transición general, por citar un ejemplo, la UNESCO en uno de sus informes refleja que Ecuador a pesar de su potencia y capacidad transformadora, la respuesta “institucional” frente a la emergencia (fondos, becas, etc.) no ha logrado ser suficiente en tiempos de crisis. La paradoja más grande ha sido que, mientras el confinamiento incentivó fuertemente el consumo cultural (digital y gratuito de libros, música, danza, teatro, etc.), varios profesionales que son parte activa del quehacer cultural cayeron en precariedad; incluso las industrias culturales más clásicas como —el cine y la literatura— se vieron gravemente afectadas entrando en crisis, a pesar de ser consideradas áreas sólidas del sistema cultural a escala global; aunque se reconoce que ningún país había desarrollado medidas preventivas.
Entrando en materia, desde el 2001 nace una propuesta para el crecimiento económico fundamentada en la creatividad, esta es la “Economía Naranja”. En la región hay países que de alguna manera han tratado de realizar esfuerzos en torno a este concepto, basado en el reconocimiento de que todas las actividades nacen y parten del principio de dar su verdadero valor a la propiedad intelectual.
Para tener un poco más de conocimiento de la realidad, Habemus realizó una entrevista a María Augusta Iturralde (del grupo Komité Consultores), una gestora cultural que apoyó y generó varios proyectos para el reconocimiento de las artes en Ecuador, y una impulsora de todo lo relacionado con el Banco del Tiempo (https://www.bdt.ec/). Augusta indicó que en la última década se ha dado gran interés y crecimiento profesional a los gestores culturales. Además, los mismos han tratado de tener un reconocimiento real ante el Estado. Su objetivo es que cada área de la industria naranja posea un respaldo y amparo de su trabajo, sobre todo la protección al desarrollo intelectual que interviene en absolutamente todo lo que generan los participantes culturales.
En torno al tema y sin tomar en cuenta el año atípico que finaliza, la entrevistada siente que “la cultura ha tenido un retroceso en el poco reconocimiento que se alcanzó en su momento, puesto que hoy la cultura y sus industrias ha caído en un ambiguo limbo de generalidad”. Tomando en cuenta lo mencionado anteriormente, “lo ideal sería que todos como país posean respaldos legales para cada una de las industrias que están dentro de la “economía naranja”, porque así estarán realmente protegidas al momento de realizar sus creaciones, las cuales son fruto de la creatividad pura; más con tristeza se observa que los gestores culturales, hoy están algo en la deriva”.
El planteamiento y el reto que realmente se tiene es, entender que la creatividad es base y materia prima, en donde “pasamos de las actividades e industrias que realizan su trabajo de una manera única y exclusivamente por medio de la mano de obra, a resaltar que el capital más valioso que se tiene es la capacidad creadora intrínseca que posee el ser humano”; por la recopilación de experiencias de María Augusta (quien hoy radica en Madrid), haciendo un pequeño balance de cómo se vive la cultura, nos comenta que "en España se ha generado un híbrido modelos de negocios".
En varios países se encuentra como el mundo cultural se ha integrado con el mundo empresarial y hasta con la industria; pero aterrizando en la realidad ecuatoriana, se tiene a personas que están intentando realizar la vinculación de cultura y negocios. Lastimosamente, hasta el momento no se ha logrado mayores avances, en donde el verdadero desafío es entender lo necesario del trabajo que articula e integra tradiciones, usos y costumbres antiguas, con elementos nuevos, con un mayor valor agregado, además de hacer que estos sean de acceso público, para que realmente se logre nutrir a la población de la historia mediante la cultura.
Bajo las circunstancias vividas hasta el momento, añadido a la experiencia estremecedora del sacudón en el 2020, María Augusta nos dice —“todo lo relacionado con la cultura puede migrar a generar un híbrido de las actividades que antes se realizaban y disfrutaban únicamente en vivo. Si tomamos lo que sucedió durante todos estos meses, se ha visto un amalgamamiento de lo tradicional con lo digital y tecnológico; lo que debería llevarnos a darnos cuenta, que durante este año más del 80% de actividades culturales se hacen mediante streaming; inclusive conciertos, congresos, etc. Han visto la necesidad de tener presencia en internet, obligando a adaptarnos a esta nueva realidad que llegó para transformarnos. Pero, esto también nos deja una gran enseñanza, puesto que a corto, mediano y largo plazo, absolutamente todas las actividades se interrelacionan, haciéndolas a nivel presencial e íntimamente ligadas a los desarrollos tecnológicos, ya que se convirtió en parte de nuestro día a día”.
Sin duda el resultado para estos problemas se encuentra en la creatividad, destacando que en la entrevistada menciona “todo lo que hemos experimentado individualmente, esta experiencia nos debe también permitir cambiar el chip de la competencia, en donde debemos realmente empezar a vivir en colaboración”. La cual también debe tener un justo reconocimiento, ya que esto también se vuelve parte de la nueva etapa en la cultura, en donde la humanidad debe aprender a vivir desde una manera y perspectiva creativa y colaborativa.
Referencias bibliográficas
‘Ecuador Creativo’ plantea alcanzar más del 3% del PIB de la economía nacional para 2021 https://www.culturaypatrimonio.gob.ec/ecuador-creativo-plantea-alcanzar-el-3-del-pib-de-la-economia-nacional-para-2021/
Cultura: sacar de la precarización al sector https://gk.city/2020/10/08/proximos-4-anos-cultura-elecciones-2021/
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